Palabras en grado superlativo
Se llama tradicionalmente superlativo absoluto al adjetivo que denota el grado máximo en que se expresa alguna propiedad. Estos adjetivos se denominan también elativos o adjetivos de grado extremo. Suelen dividirse en dos grupos; los constituidos mediante sufijos (elativos morfológicos) y los marcados como tales por su propio significado. Los primeros están formados con los sufijos -ísimo (altísimo, eficíentísimo, carísímo) y -érrimo (celebérrimo, libérrimo, pulquérrímo). Los segundos (elativos léxicos) denotan léxicamente el grado máximo de alguna propiedad: espléndido, excepcional, inconmensurable, maravilloso, terrible. Se dedica a ellos.
Los adverbios en -mente pueden expresar también grado extremo tanto si toman como base los elativos morfológicos (estrechísimamente, clarísimamente), como si se construyen a partir de los elativos léxicos (terriblemente, espléndidamente). Se usa tradicionalmente el término superlativo relativo para designar el gramo máximo de alguna propiedad cuando se restringe a un conjunto delimitado de seres. El término hace referencia, por extensión, a la construcción nominal que lo pone de manifiesto, como en el más simpático de mis amigos. Los superlativos relativos se han llamado también, por esta razón, superlativos partitivos.
Es frecuente restringir el concepto de superlativo a los superlativos relativos, que siempre forman grupos nominales y admiten complementos con de. Así, la expresión el celebérrimo periodista constituye un superlativo absoluto. El superlativo absoluto acepta además varios artículos y cuantificadores en lugar del artículo determinado (un celebérrimo periodista), pero la expresión el más célebre periodista (de todos) los rechaza. Tampoco constituyen propiamente superlativos absolutos las expresiones el más valiente de todos los hombres, a pesar de que en esos grupos nominales se designan seres a los que se aplican propiedades en su grado más elevado. [NGLE § 45.13]